jueves, 28 de abril de 2011

Quisiera Salir Campeon


Fuente Diario Ole



La FIFA también está encandilada con el eterno Matías Almeyda y recorrió su carrera en una entrevista para su sitio oficial. "Aprovecho cada minuto para disfrutar al máximo”, contó el Pelado.

Matías Almeyda sigue vigente. Capitán y figura de River, no sólo en el fútbol argentino se maravillan con su presencia. Por eso, con sus 35 años sólo en el DNI, la FIFA le realizó una entrevista para su sitio oficial para recorrer su pasado y también este presente. “Todo pasa por las ganas que se le pongan a esta profesión. Cuando uno se va volviendo más grande y ve que le queda poco de fútbol, decide aprovechar cada minuto para disfrutar al máximo”, relató.

Haciendo un repaso por su carrera, el Pelado recordó su primera vez. “El otro día se cumplieron 19 años de mi debut. Tenía 18 años y el hambre era otro. No estaba tan instalado el negocio como ahora: nuestro objetivo era jugar en Primera y llegar a la Selección”, explicó. Y comparó sus comienzos con el de los jóvenes que se inician en la actualidad. “Hoy se mira más la parte económica, es contraproducente. Desaparece el hambre de gloria, las ganas de quedarse a entrenar más tiempo para mejorar. El fútbol es un fiel reflejo de cómo vivimos”, expresó.

En el repaso, no se olvidó de su despedida anticipada: “Me retiré a los 30 para dedicarme al campo. Pero con el tiempo me di cuenta de que no me hacía feliz”. Y aunque Matías no se arrepiente de su decisión, acepta los momentos difíciles que debió superar lejos de la pelota: “No me arrepiento, aunque sé que regalé años de felicidad. En esa depresión que tuve, me hice daño y dañé a los demás. Evitaría esa parte, pero las decisiones están bien tomadas”, se sinceró. ¿Las razones de aquella determinación tan drástica? "El fútbol es exitismo puro. Si jugaste bien hoy, mañana todos hablan bien de vos, la gente en la calle te saluda de una manera particular. Pasa a ser todo falso y eso me enfermaba".

Tras estar 4 años alejado de las canchas, el 30 de agosto de 2009 retornó al fútbol. Aquel día, River le ganó a Chacarita por 4 a 3, y Almeyda ingresó en el segundo tiempo. “Del día que volví a la actividad recuerdo todo (…) Fue muy profundo, estaba lleno de sentimientos”. "La mayoría de los jugadores se retiran cuando el físico no les da más, pero yo me fui sabiendo que podía. Por suerte ahora pude volver y disfrutar cada momento", afirmó el volante del equipo de Jota Jota.

Para cerrar, Matías contó sus sueños a futuro. “Voy a ser entrenador, lo tengo definido y continuaré con mi vida ligada al fútbol”, afirmó. Pero antes quiere cumplir un último sueño de jugador: “Quisiera salir campeón, lo disfrutaría con una felicidad enorme”.

martes, 26 de abril de 2011

El relato de la vuelta al fútbol de Almeyda, por Enzo y el Pelado


Fuente MUY RIVER


Almeyda tuvo varias idas y vueltas en los últimos años, un retiro que nunca terminó de ser definitivo, diferentes experimentos, hasta esta vuelta a River que definitivamente lo estabilizó nuevamente como futbolista. En 2005 regresó, luego de varios años en …

Almeyda tuvo varias idas y vueltas en los últimos años, un retiro que nunca terminó de ser definitivo, diferentes experimentos, hasta esta vuelta a River que definitivamente lo estabilizó nuevamente como futbolista. En 2005 regresó, luego de varios años en Europa (Sevilla, Parma, Lazio, Inter, Brescia), al fútbol argentino, para disputar la Copa Libertadores con Quilmes, equipo con el que se quedó afuera en la primera ronda. Un año antes, había arreglado su incorporación a Independiente, pero terminó cancelando su pase por temor a la inseguridad del país. En ese 2004 también había estado cerca de River, pero, según él, los dirigentes no le devolvieron el llamado.

En 2007, tras dos años de inactividad y Quilmes como última camiseta vestida, firmó con el Lyn Oslo noruego, para retornar a la actividad, aunque fuera por poco tiempo. Jugó siete partidos y anotó tres goles, le pidieron que siguiera pero decidió no renovar su vínculo porque no le iban a renovar al Turu Flores, jugador con quien el había ido a experimentar a quel fútbol. Lo próximo que le siguió en ese impasse fuera del fútbol fue la participación en el Showball -donde ya había jugado antes de irse a Noruega-, ser técnico de Castores, el equipo del country en el que vivía, y sumarse junto al Beto Acosta a Fénix, donde jugó tres partidos y vio dos tarjetas rojas. Hasta recibió una propuesta de Simeone para ser uno de sus ayudantes de campo.

En 2009 se suma al equipo de veteranos de River y se muestra en perfectas condiciones físicas en el torneo Súper 8, claramente por encima del resto de los ex jugadores. En ese mismo equipo estaba Enzo Francescoli, quien, tal como relató en una charla con el Pelado en Radio Metro, le aconsejó la vuelta a la alta competencia:

Fue intuición. No sólo porque lo veía jugar en el fútbol senior y sacarnos mucha diferencia a los veteranos. Hablé con él sobre cómo se sentía y era más un tema de su cabeza que de físico. Un día me dijo que lo había llamado el Tolo Gallego para que se sumara a Independiente, y yo le dije: `pero por qué no vas a River, ahí jugás vos y 10 más´. Hablé con Gorosito y el club para ver si les interesaba, me dijeron que sí y los puse en contacto. Ahora tiene que seguir jugando, ha sido fundamental para esta mejora de River”

Almeyda reconoció que el impulso que le dio Enzo fue determinante para que se animara al retorno:

Enzo y Jorge Villazán fueron partícipes de mi vuelta al fútbol. En gran parte, son los responsables de mi regreso, que es hoy la felicidad en mi vida. Nos encontramos en el fútbol senior de River y Enzo me dijo que me veía como para volver al fútbol profesional. Enzo también se encargó de hablar en River para que se diera mi vuelta. Le voy a estar siempre agradecido por el gesto que tuvo conmigo”

jueves, 14 de abril de 2011

UN GUERRERO DE LA VIDA

Fuente Riverlate.com

En el fútbol superprofesionalizado, donde el físico manda sobre lo técnico, donde la juventud predomina
ante el mercado hambriento de cracks de temprana edad, el que manda es un Viejo León con Corazón de Samurai.

-

Matías Jesús Almeyda nació el 21 de diciembre de 1973 en la ciudad de Azul, a 300 km de la capital en la provincia de Buenos Aires.

En el inicio de su trayectoria futbolística en Primera División de Argentina fue suplente de Leonardo Astrada en River Plate, aunque pronto se ganó un lugar como volante por derecha y tuvo una importancia decisiva en la obtención de la Copa Libertadores, al marcar el 1-0 en el partido de vuelta ante Universidad de Chile, que colocó a River Plate en esa final.

Con estas palabras, Wikipedia empieza a describir la vida de Matías Jesús Almeyda. Un guerrero en todo sentido.

El Pelado se fue joven de River al Sevilla para un año después recalar en la Lazio de Italia donde tendría su mejor temporada como jugador obteniendo varios títulos.

Su éxito hizo que juegue en Parma y luego en el Inter de Milan. Pero su carrera entraría en un bache cuando se hace su pase al Brescia donde no tuvo muchos partidos para demostrar que el fútbol valía la pena.

Es por eso que decidió volver al fútbol Argentino, pero las puertas se las iba a abrir Quilmes que debía jugar la copa Libertadores y armar un gran plantel.

Pero decidió colgar los botines…

Dos años después fue contratado por el FC Lyn Oslo de Noruega. Donde jugaría tan solo dos encuentros y ahí si dejaría de jugar como profesional rechazando su regreso a River Plate.

El pelado siguió jugando en el Showbol junto con Maradona y otros ex futbolístas. Pero en el 2009 volvió a la actividad en el Club Fénix. Jugó 4 partidos y lo expulsaron en dos ocasiones.

Volvió a dejar la actividad para participar en el equipo Senior del Club Atlético River Pate junto a Gabriel Amato y Enzo Francescoli. Este último vio que su estado físico era óptimo y lo convenció de volver a jugar y fue en River justamente donde se le iba a dar una oportunidad.

El 30 de agosto de 2009, por la segunda fecha del Torneo Apertura, jugó su primer partido en el torneo luego de 13 años sin vestir la camiseta de River Plate. Entró a los 43′ del segundo tiempo reemplazando a Diego Buonanotte y a los dos minutos de juego ya había sido amonestado.

Muchos descreían del estado de Matías, muchos se burlaron de las acciones de River en traer a un jugador retirado del fútbol. Muchos, muchos no tenían idea de lo que decían…

Hoy por hoy el Pelado es el emblema, es el estandarte de este equipo. Es el jugador que a pura presión, alma, corazón y ¡huevos!… lleva a River por el camino de la recuperación.

Almeyda es aquel jugador que todos queremos ver en nuestro plantel. Es aquel que con palabras te llega al corazón, aquel que dice lo justo y necesario.

“Yo dije que a River no lo tenían que subestimar”. Dijo el Pelado luego de la victoria frente a Banfield. Y es verdad, pero por momentos parecía que solo él confiaba tanto en este equipo.
Un verdadero hombre sin casette.

En este fútbol superprofesionalizado, Almeyda, es un profesional enserio. En este fútbol donde el físico manda, Almeyda, tiene el físico más privilegiado. En este mundo donde todo es un negocio… para el Pelado el único negocio es ser fiel a la camiseta que lleva tatuada en la piel. Almeyda es fiel al sentimiento. Ese mismo que te hace erizar la piel por escuchar la tribuna vibrar y estallar. Ese mismo sentimiento que te llena el corazón de rojo y blanco a tal punto que parece que fuera a explotar.

Matías Jesús Almeyda es un profesional con todas las letras. Un león dentro y fuera de la cancha. Pero es fiel a si mismo, a los colores y a sus sentimientos. Como el Samurai… un Guerrero de la vida.

miércoles, 13 de abril de 2011

EL PARTIDO DE ALMEYDA

Mira el video que armo la gente de Libero

"Vi tantas veces el video de mis goles que tengo más que Romario"


Fuente Diario Ole


Almeyda se ríe de sí mismo y sueña con un festejo propio. La punta, el promedio, la situación de Boca y la realidad: “River estaba noqueado y se puso de rodillas”.

Todavía no se retiró. Es más, ya anunció que seguirá jugando “hasta que el cuerpo me dé”. Igual, Matías Almeyda ya convive con la nostalgia. Porque a los 37 años corre como si fuera un pibe y es capitán de un River que va saliendo del pozo y llegó a la punta del Clausura, pero hay un gusto que aún no pudo darse desde que volvió a jugar como profesional: el gol. “Evidentemente no es lo mío”, reconoce el Pelado. Entonces, se saca las ganas disfrutando del pasado. “Yo hice pocos goles en mi carrera y a ese video lo vi mil veces. Lo miré tanto que tengo más goles que Romario, ja”, bromea el capitán de River.

Almeyda gritó apenas nueve goles (en partidos oficiales) en su extensa trayectoria y sólo cinco fueron en River, mientras que el crack brasileño convirtió más de 900, aunque como alguna vez tiró el Loco Abreu, “le contaron hasta los goles que hizo en la playa”. El más importante del Pelado fue en la semifinal de la Libertadores del 96, ya que con ese tanto River le ganó 1-0 a la U. de Chile en el Monumental y pasó a la final. Ahora, en cambio, Matías coquetea muy poco con el arco. En este torneo, estuvo cerca cuando trabó una pelota y Nicolás Navarro (Argentinos) sacó ese rebote al córner, y también en un remate ante Banfield que Bologna mandó por arriba del travesaño. “Acá en los entrenamientos hice un par de goles, eh”, aclara el Pelado, otra vez con su habitual humor.

Es difícil borrarle la sonrisa al líder del River de Jota Jota. En la conferencia de prensa en el predio de Ezeiza, cuenta que guarda los recortes de diarios y revistas donde lo elogian “para dárselos a mis hijas dentro de algunos años”, y hasta se anima a chicanear a un experimentado periodista (Rubén Sagarzasu) porque le formula una interminable pregunta. Aunque al hablar del presente del equipo sí se pone serio, se centra en la realidad sin tentarse con la posición actual en la tabla: “Desde el arranque del torneo estamos mirando las dos tablas. El tema del promedio es el que más nos incomoda y, si bien hemos llegado a la punta, si miramos para abajo seguimos ahí. Aún no conseguimos nada”.

El Pelado remarca que por ahora nadie tiene chapa de candidato y que “recién cuando falten tres o cuatro fechas” se verá qué clubes pueden aspirar al título. Sin embargo, el volante no atenta contra la ilusión. Todo lo contrario: “Cuando uno juega al fútbol sueña, y el sueño más lindo es dar una vuelta. Uno siempre tiene que salir a la cancha pensando en ganar y en ganar un campeonato. Después, hay que tener los pies sobre la tierra y ver la realidad. River estaba noqueado y ahora se puso de rodillas, se está levantando, vemos a un equipo que se está poniendo de pie”.

El capitán siempre utiliza metáforas de lucha, como cuando calificó a Pavone de “espartano”. Por eso, destaca que a pesar de la gran cantidad de jóvenes que hay en el plantel, “este River es un equipo de hombres”. Sí, y de hombres con códigos, que, por ejemplo, no gozan de los males del vecino: “No nos pone contentos que le vaya mal a Boca. Somos profesionales y no le deseamos el mal a nadie. Ojalá que puedan acomodarse”, dice. Claro, con una condición: “Que siempre estén abajo nuestro”.

Sí, a veces el Pelado la clava en el ángulo...


martes, 12 de abril de 2011

HASTA EMPUJA EL CARRITO........

TIENE TANTAS PILAS QUE HASTA LE DA PARA EMPUJAR EL CARRITO.....

Pelado de Seleccion

Si sos de River, de Boca o de Sacachispas y te gusta un jugador aguerrido, que va al frente y se juega por la camiseta.

unite al grupo de Facebook

para el pelado la seleccion

MATIAS ES DE PELICULA

Fuente Diario Ole

Almeyda rompe toda lógica y a los 37 es fundamental en el momento de River. Sus compañeros lo elogian todos los días y Olé preparó su película.

Cuando Matías Almeyda anunció que volvía a jugar, los escépticos y los no tanto, se ponían en fila para criticar la apuesta. En realidad, eran pocos los que creían que luego de cuatro años, el Pelado podía reinsertarse en el fútbol profesional en el lugar que había tenido. Y como no hay mayor verdad que la realidad, su actualidad se encargó de poner las cosas en su lugar.

"Lo ves a Matías y te emociona", dice Acevedo, su compañero del mediocampo. "Es clave para nosotros. Está en un gran momento, con vitalidad, profesionalismo y toda la experiencia", agrega Jota Jota. Juan Pablo Carrizo, otro referente, lo pinta tal cual en los entrenamientos: "Es un ejemplo. Se entrena como si tuviera 20. Es un señal para todos de cómo cuidarse. Contagia". Pavone va más allá y dice que "es un gladiador. Tiene unos huevos enormes".

Su peso en el equipo no es sólo una cuestión de liderazgo y eso fue lo que le dio el plus a Almeyda. Nadie dudaba que su ascendencia en cualquier grupo sería fundamental, pero su aporte futbolístico también se transformó en determinante. O acaso el mismo Angel Cappa pone entre una de las principales razones de su debacle en el club, la ausencia del Pelado por lesión.

La síntesis de su realidad es el gol con el que River le ganó a Banfield. Porque recupera la pelota en notable inferioridad numérica, traba con la actitud ganadora necesaria y no se complica más que dejarle la pelota a Pavone para que resuelva. "Lo voy a convencer para que se quede unos meses más", confió Passarella. En el último partido ya lo pidieron los hinchas para la Selección y él no le cierra la puerta a una chance celeste y blanca.

"Voy a seguir hasta que el cuerpo no me dé más", jura Almeyda. ¿A quién se le ocurre ponerlo en duda?

lunes, 11 de abril de 2011

La banda sangre forrada con piel de León


Fuente LA PAGINA MILLONARIA


Estos pibes que tengo atrás mío en la tribuna se me caen en la cabeza. No gritan gol. Gritan: ¡Pelado, Pelado! Algo extraño, pocas veces visto. Esas tres letras inmodificables se convierten en seis. Nunca más merecido. El estadio entero vomita su fuego sagrado reverenciando a su jefe espiritual, aquel “peladito de Azul”. Yo también me arrodillo, me pellizco, enloquezco. Miro al cielo y doy las gracias de que mis hijos sean testigos de esta noche, de este tipo de otro planeta. Noche de “sacrificio Monumental”. Un jugador símbolo que acomete al rival y lo apura hasta obligarlo al error. Treinta y siete años de sabiduría, de energía y los mismos kilos en oro de admiración.

Pieza vital para un cuerpo técnico con los pies sobre la tierra y un grupo humano como hace rato no se ve, enfocado a full en su tarea. Con compromiso, con austeridad, pero con hambre de hacer historia. Ese el mayor mérito de este River puro corazón, coraje, amor propio, que de ratos dibuja con el pincel. Este equipo de “hombres” que llegó a la punta del campeonato en medio de cargadas que le auguraban el descenso. A partir de ese summum sobrecogedor de fe que es Matías, se va produciendo el contagio. Y ahí está Carrizo -ovacionado por su convocatoria a la Selección- haciendo fáciles las difíciles. Descolgando las tres o cuatro bravas por partido que un gran arquero tiene que atajar para ser el uno de River. Con la autoridad de una defensa sin fisuras. Otra vez los centrales impecables y los laterales volantes afirmados. ¡Qué gran momento de Díaz! Cuanta confianza dispensada en él por Jota Jota. Igual que en Acevedo, que jugó un partido descomunal.

Con cinco o seis cambios de frente impecables. Y el “Coco” que ya empieza a flotar. Y se desliza entre caños y pisadas. Pero que no lagunea tanto y despierta reminiscencias alonsistas. Hay un River que arrancó el torneo casi con la cabeza gacha. Obligado a cambiar el “paladar”, como lo cambian los hombres maduros. Resignar algo de lirismo y adecuarse a las circunstancias. Y hubo que entender que el principio de realidad se antepone a veces a la lujuria y al deseo. Así renació este River, lejos del producto exclusivo de la improvisación. Y que al fin, el tiempo empieza a darle la razón: no todo siempre parece librado a la providencia.

Este River comprendió que no son irreconciliables la poesía y el trabajo. Es un capítulo más del cuento de las Mil y una Noches y continúa el domingo siguiente. Así como la vida de Scherezade dependía del próximo relato, así sucesivamente deberá pelear punto a punto hasta el final. Para quedarse en la permanencia o para festejar algo grande. Lo que si queda claro que cuando pintaba la tragedia sirvió aferrarse a una planificación, una estructura y una lógica. Como el cuento mismo. Como este capítulo inolvidable de la “patriada heroica del león” y el tractorazo del tanque para liquidar a Banfield.

El sábado vivimos una página más llena de sortilegios diseminadas en una trama que nos tendrá en vilo hasta el punto final de esta historia. Mientras tanto se disfruta la trama. Este proceso que nació con tantos cuestionamientos y casi sin creerlo nos tiene sujetos en esta metamorfosis de insecto a predador. Entramos a la recta final como esa fábula hindú, de aquellos que subestimaron una osamenta de león que yacía dispersa en el bosque y hoy se los empieza a devorar, con su manada de cachorros. Los huesos blancos como la leche y duros como el silex, que habían sido blanqueados por incontables soles revivieron con una fórmula encantada. No sólo le devolvieron los latidos el “pedido de selección”. Hubo un mantra que ayer sonó para toda la gilada: “Y no dicen nada, ya no se escucha nada… le cerramos el culo a todas las hinchadas. No alcanzan las tribunas,no alcanzan las entradas… Le demostramos lo que es River en las malas”.

Nada de todo esto al león le pasa inadvertido. Corrió el carrito que hacía tiempo, le dio una palmada al Enano en el cambio, todo esta bajo su control. Almeyda pudo cubrir los huesos con tendones, irrigar esos músculos de sangre, y darle vida a su corazón y contagiar a su prole. Noche de mitos, de cuentos y de resiliencia, esa capacidad de todos a sobreponerse a los traumas de mayor dolor emocional. Hay que festejarlo, como corresponde. Crece la ilusión, de la mano de la mesura y en medio de la locura. Es que si estos legionarios no aflojan… Va a haber que ir pensando en forrar a la banda sangre con piel de león.

emailRecomendar ImprimirImprimir

Almeyda marca el camino de un puntero que no se la cree


Fuente Diario Clarin

Sorprendente. El nivel del volante de 37 años es una de las razones del líder.

Aquel león cansado que dibujó su hija para describir a ese padre deprimido por tanta abstinencia de fútbol hoy es un recuerdo difuso en la vida de Matías Almeyda. Si hasta parece una fábula que alguna vez este vigoroso mediocampista haya estado con la melena por el piso. No sólo por el nivel que mostró el sábado ante Banfield y esa jugada a puro coraje que impulsó el gol de Mariano Pavone. A lo largo del torneo Clausura, el Pelado mostró un rendimiento parejo. Y un físico privilegiado . A los 37 años, al símbolo del River puntero no le temblaron las piernas para jugar todos los minutos de este campeonato.

Desde Juan José López, el técnico del líder, hasta el goleador de esa noche Monumental hablaron del referente. Y diariamente se escuchan elogios sobre el volante. “Almeyda es una parte importante de este grupo, dentro y fuera de la cancha. Es un ejemplo para los jóvenes que tenemos en el plantel y hay que seguirlo”, dijo el técnico. “P arece un pibe de 20 años , se le está alargando la carrera. El gol que hice, fue todo mérito suyo”, devolvió el Tanque de Tres Sargentos, cuya definición fue notable, aunque incomparable con la acción del crédito de Azul.

Y Almeyda les da la razón. Por el espíritu que muestra en cada partido con la banda roja sobre el pecho blanco. Por ese sentimiento encontrado cuando se le pregunta si continuará corriendo a partir de junio, el mes que, se supone, marcará su fecha de vencimiento como futbolista. “ Voy a continuar hasta que mi cuerpo diga basta . Ojalá pueda seguir jugando hasta diciembre o junio del año que viene”, asegura con una sonrisa.

Entonces, los hinchas agradecen desde la tribuna con una ovación que no resulta inédita por su nivel. Para Almeyda, la Selección, piden. “Disfruto de este momento. Soy un agradecido eternamente por vestir hoy la camiseta de River. La Selección es lo más lindo para un jugador de fútbol, pero soy consciente de mi edad y de que hay jugadores más jóvenes que están mejor”, reflexiona con crudeza.

Sabe Almeyda que tiene que frenar la ansiedad que se generó alrededor del gran momento del equipo. Es el mensaje que baja desde el cuerpo técnico: “Estamos tranquilos, somos conscientes de que todavía no conseguimos nada.

Tenemos que mantener los pies sobre la tierra.

Además, seguimos complicados con el promedio. Y aunque estamos cerca de salir de ahí, no podemos apartarnos de nuestro principal objetivo”.

Lo cierto es que River es candidato. Será por eso que cuenta Almeyda: “Pusimos el pecho en momentos difíciles del club y esto que nos pasa es nuestro premio ”. Sí, quizá sea eso que dice el Pelado , un galardón para este león.

PUNTAJES DE MATIAS

PUNTAJE LPM

Matías Almeyda (9): Emocionante encuentro del capitán de River. No paró de correr a cada rival que tenía el balón en sus pies. Ordenó, distribuyó y hasta guapeó una jugada de tal manera que concluyó con el gol. Aplausos.

PUNTAJE MUY RIVER

Matías Almeyda (8): La bandera de este River puntero. Corriendo y metiendo por toda la cancha todo el partido. El gol de Pavone viene por una corajeada suya en la mitad de la suya. Inmenso

El capitán arrodilló al Monumental


Fuente Cancha LLena :


Almeyda se adueñó otra vez del medio campo, fue la figura de la noche y participó en el gol del éxito; "Para el Pelado, la selección", pidieron los hinchas

Por Luis Botto
Para LA NACION

Durante un largo rato, desde las tribunas repletas del Monumental bajó el reconocimiento para quien ahora es el gran capitán. "Para el Pelado, la selección...", cantaron los hinchas de River en su homenaje a Matías Almeyda, la figura en el exiguo triunfo sobre Banfield; convertido desde hace un largo rato en el símbolo de este equipo de J J. López que quiere dejar atrás la batalla por la permanencia y, de a poco, animarse a soñar con el título. Todo, de la mano del experimentado volante central, el hombre que, a los 37 años, es el patrón del medio campo, y que por oficio y esfuerzo ha sabido ganarse el liderazgo de este plantel que lleva su sello aguerrido y esforzado.

Desde el comienzo, Almeyda se mostró como el gran bastión de la mitad de la cancha; como en otros tiempos, se adueñó del círculo central del Monumental. Con despliegue y confianza, hasta se animó a probar al arco, y casi en el final del primer tiempo estuvo cerca de celebrar ese gol que todavía no pudo marcar desde su regreso, con un remate de larga distancia que Bologna desvió con lo justo. Y en el segundo tiempo coronó una noche estupenda con un quite en el medio y el avance a puro empuje para habilitar a Pavone, que anotó el único tanto de la noche, el que le permitió a River subirse a lo más alto.

"Hace rato que River no estaba en esta situación de privilegio, pero al mismo tiempo es algo raro, porque estamos adelante y al mismo tiempo luchamos abajo, que es lo que más nos importa por ahora. Pero lo mejor de todo es que dependemos de nosotros. Tenemos que mantener la humildad y seguir trabajando como lo estamos haciendo; aún no hemos conseguido nada", destacó Almeyda.

"Éste es un campeonato parejo, en el que no podemos relajarnos. Somos conscientes de lo que hicimos y de que pusimos el pecho en un momento difícil, y este momento es un premio, pero todavía falta. La lucha será hasta el último partido del campeonato", agregó el capitán, protagonista de un regreso impensado y estelar al fútbol, pues hace menos de dos años participaba en el showbol , junto con otros ex jugadores.

El Monumental se rindió de rodillas ante su gladiador. Almeyda se fue envuelto en el manto de los aplausos y el calor de miles de gritos ensordecedores de aliento. ¿La selección? "Soy consciente de que tengo 37 años y de que hay un montón de jóvenes que hacen las cosas bien en mi puesto", reconoció.

Desde que regresó, a mediados de 2009, siempre arregló su contrato por seis meses, a sabiendas de que el adiós podía estar a la vuelta de la esquina. Pero los rendimientos y los resultados extienden largamente su vigencia. El presidente Daniel Passarella quiere extender hasta fin de año su vínculo con la institución. Habrá que esperar para saber si el capitán está dispuesto a un esfuerzo más. "Voy a seguir mientras pueda; ojalá sea hasta diciembre o junio del año próximo. Nací aquí, y aquí me voy a retirar; mientras pueda aportar mi granito de arena, lo voy a hacer", dijo al respecto. En su momento, su vuelta despertaba dudas; con el tiempo, su gran aliado, Almeyda despejó las incógnitas y acaparó todos los elogios.

Es cada día más ídolo


Fuente La Pagina Millonaria



El Pelado hizo emocionar a todo el Monumental, con una patriada infernal que terminó en el gol de Pavone. El capitán es el alma de este equipo y el referente principal de un plantel que de a poco se va levantando. Su entrega emociona y el hincha se niega a pensar en su retiro y cantó durante toda la noche: "Para el Pelado, la Selección".


Los jugadores de este plantel van a tener el orgullo de contarles a sus hijos y nietos: “Yo jugué al lado de Almeyda”. Porque este capitán es quien marca el rumbo y quien dejará su legado a los más jóvenes. Su compromiso con el equipo es incuestionable y su físico, incansable; corriendo desde el minuto cero hasta el 94, sin descanso.

El Pelado volvió a ser clave y, esta vez, fue partícipe directo del gol del triunfo, porque agarró la lanza y se fue para adelante, trabando, llevándose la pelota a lo guapo, para dársela a Mariano Pavone -que algo sabe-, para que éste ajusticiara a Enrique Bologna.

Los “Pelaaaado, Pelaaaado” que bajaron desde los cuatro costados del templo ya no parecen alcanzar. Por eso, esta noche se pidió la Selección Argentina para el León. ¿Tan fuera de quicio sería una citación, aunque sea, para el combinado del medio local?

Gana en las dos áreas


Fuente Diario Ole

Almeyda, que provocó la jugada del gol de Pavone y se llevó otra ovación en el Monumental, sabe cuál es el objetivo de River: "Estamos adelante pero luchando por lo de abajo. Tenemos que seguir con la misma humildad".

Los hinchas de River lo ovacionaron una vez más y hasta lo pidieron para la Selección, pero Matías Almeyda paró la pelota. El capitán del puntero del Clausura recordó los objetivos y no se desvió después de la victoria sobre Banfield. "Hace rato que River no estaba en una situación así. Es atípica porque estamos adelante pero luchando por lo de abajo", dijo el Pelado en referencia a los promedios.

Almeyda dijo cuál fue la clave para ganarle al Taladro: "Adelantarnos unos metros. En el segundo tiempo lo pudimos lograr. De esa manera llegamos al gol". ¿Y la ilusión de los hinchas que lo ven en lo más alto? "Tenemos que seguir con la misma humilidad. Depenemos de nosotros", fue su explicación.

Jugar mirando la tabla de los promedios no es fácil. Almeyda reconoce que "a veces jugamos un poco nerviosos. Pero por momentos se intenta jugar bien al fútbol. Y salen buenas jugadas". Igual admite que lo importante es seguir inflando el promedio: "Sumamos de a tres nuevamente. Eso era lo que nos interesaba".


“Sigo hasta que me dé el cuerpo ”


Fuente Diario Ole


La gente pidió Selección para Almeyda, quien devolvió tanto cariño al afirmar que va a continuar después de junio.

Cada corrida, cada barrida, las ganas y el empuje, la vergüenza y su guapeza, todo lo acerca un poquito más a esa bandera de los ídolos históricos del club que vive en las entrañas de la Sívori alta. En Núñez, señores, una gloria ha nacido en épocas oscuras. Se trata de un amor en tiempos de cólera, de un metejón que empieza a ver el sol. Desde el barro se erige la estatua de este veterano de mil vidas. Es Almeyda y vida. Un corazón de león, valiente, siempre vigente. ¿Y la gente? “Para el Pelado, la Selección”.

El grito bajó apenas después de otro igual de atronador. Pavone ya había definido como el goleador que necesita este River, y Tanque you Pelado, sí, claro que sí. Porque una buena porción de la conquista le corresponde a Matías Jesús, aunque él diga que “es todo de Mariano”. Este cacique del medio no se quedó estancado por el pase en falso de Acevedo, todo lo contrario: fue y luchó, fue y ganó, fue y se llevó a dos tipos a la rastra, fue y asistió a su Espartano. Por eso el gesto del 7 bravo, señalando al capitán para dedicarle el festejo que valió otros tres puntos que, ahora sí, dejan a River solito en la cima del Clausura. “Hacía rato que no estábamos así, aunque no deja de ser una situación atípica porque nos vemos arriba y, al mismo tiempo, no nos podemos olvidar de la lucha de abajo. Debemos seguir con la misma humildad y sabemos que dependemos de nosotros”, dice el Pelado.

Y, claro está, de él también depende su continuidad después de mitad de año. El hincha ya se sabe lo que desea, Passarella avisó que lo iba a convencer, Jota Jota dijo que lo quiere para siempre y el hombre en cuestión no armó un culebrón. “Sí, hablé con Daniel y yo quiero seguir. Voy a seguir hasta que el cuerpo no me dé más”.

En todo caso, la fecha de retiro de Almeyda está en la próxima pelota: va a todas como si fuera la última. Y si bien aclara que es “consciente” de sus 37 años”, también se permite decir que “la Selección es un sueño y sería un orgullo volver a vestir la celeste y blanca”. ¿Imposible? Se trata de un tal Almeyda...


“Almeyda es un ejemplo”

Fuente Diario Ole

JJ López marcó que el Pelado es el modelo a seguir. Y no se mareó con la punta: “Trabajamos para sumar”.

Si a Passarella le tocó hacerlo debutar; si a Ramón Díaz le tocó terminar de moldearlo antes de que se vaya a Europa; a Juan José López le toca hacer de Matías Almeyda la bandera en la que se apoya todo River. “El Pelado es una parte importante de este grupo. Dentro y fuera de la cancha. Y yo vivo repitiendo que es un ejemplo para todos los jóvenes que tenemos, un ejemplo al que hay que seguir. Y es parte del equipo y del grupo, una parte importante”. Como los hinchas, el Negro también se rindió ante la evidencia del capitán que, como si con trabar, luchar y raspar no fuera suficiente, ahora también asiste: pase profundo para que Pavone facture.

“Y cuando este River hace un gol, es difícil agarrarlo mal parado. Tratamos de tener un equilibrio, ser un equipo compacto. Y trabajamos cada partido como una final, esperemos seguir enfocados”, deseó el técnico del único líder del Clausura, de seis vallas invictas en nueve fechas...

“¿Si estamos preparados para sostener la punta? “Desde el verano trabajamos para sumar puntos. Trataremos de seguir creciendo. Con poco rodaje nos hemos acoplado como equipo. Faltan diez fechas, el tiempo dirá, es aventurado un pronóstico”.

Cien años de Voluntad

Fuente Diario Ole

Matías Jesús Almeyda. Su historia merecía un capítulo más. El hombre que dejó el fútbol por cuatro años, se reinventó, se hizo de abajo y volvió a su primer amor a darse el gusto de su vida. El León Almeyda, melena al viento, asustando rivales, agrandando compañeros, comiéndose la cancha, visible por todos desde cualquier rincón de la cancha, imponente, Monumental. Hace unos días comparábamos a Almeyda-Acevedo con una dupla que hizo historia, Jota Jota y Mostaza. Después de la voluptuosa demostración de anoche, habría que preguntarle: Pelado, ¿cuántos pulmones tenés? Acercándose a los 38 años, tira la cédula al tacho en la cancha: señores, fue un error, lo anotaron antes. Es imposible que un tipo de esa edad corra así, tiene sus dos pulmones y el que le faltaba al querido Mostaza. El grito hasta la locura de un gol que se ve venir, se ve venir, tiene que ser, pero puede fallar y que resolvió genial Pavone en su regreso triunfal, hizo feliz a una hinchada que no quiere despertar de este sueño de estar peleando el campeonato, de ser (¿lo digo o no lo digo?)... de estar de traje en la tabla cuando el grito de la moda indicaba mameluco. La tercera pata de esta victoria clave, necesaria, paradójicamente son manos: Carrizo transmite cosas fuertes. Desde el Pato Fillol que no siento esta seguridad futbolística y fundamentalmente psicológica de un arquero, que disculpe el gran Nery Pumpido y tal vez algún otro. Nos rompimos las palmas por Lamela, ojalá se quede para siempre, aporta el brillo y la cuna de River en un equipo que hace mérito para ganarse el corazón de la gente. Tanto transpirar la camiseta, tanta conciencia para sumar puntos, esta onda positiva en la que una victoria llama a otra victoria y que sumadas dan confianza para jugar mejor, merecen recompensa. Este es el camino. Y si alguna vez tienen dudas, cierren los ojos y sigan a Almeyda.

viernes, 8 de abril de 2011

El Negro y Mostaza


Fuente Diario Ole


Jorge López jorgelopez@ole.com.ar
| 08-04-2011

Acevedo y Almeyda son el alma del medio, como eran JJ López y Merlo. Parecidos y diferencias entre un pasado lujoso y un presente trabajador.

Si Jota Jota toma mate, Reinaldo escupe verde (Núñez, pasillos del Monumental, plena década del 70). El Negro y Mostaza supieron edificar una de las duplas más prolíficas y lubricadas de la historia de River. López construía el juego. Merlo boicoteaba el de los rivales. Juan José pensaba, lucía y administraba el mediocampo. Reinaldo le sacaba frutillas a sus rodillas, mordía el polvo y ganaba sus batallas por cansancio. Uno era el ingeniero. El otro, el obrero ideal. Potenciados desde sus diferencias, y reunidos bajo el aura del Beto Alonso, el Negro López y Mostaza Merlo se retroalimentaron durante casi 20 años (y una cosecha de siete títulos). Hoy, el Negro Acevedo y Mostaza Almeyda son los encargados de traer a escena la remake de aquel célebre tándem. Una dupla vintage e inseparable que sostiene en sus músculos y en sus neuronas la rigidez, la estrategia y la búsqueda de este River puntero y adepto al sufri tiki.

Acevedo y Almeyda son la versión 2.0 del Negro y Mostaza. Con diferencias puntuales, pero con grandes coincidencias bajo análisis integrales. López fue un majestuoso volante por derecha mientras que Acevedo se acopló y se adaptó como doble cinco del experimentado Pelado. Para JJ, los dos volantes centrales conforman la balanza en donde cada fin de semana se pesan las pretensiones de River. Una suerte de espina dorsal que funciona como eje del esqueleto del equipo. La tirantez o la encorvadura de ese equipo depende de las labores de esta dupla. Y en ese paisaje, Erik Lamela se presenta como un Alonso jovencito de la era del iPad (por el momento un diamante en etapa formativa).

Acevedo tiene 25 años y nació en San Justo. Almeyda, 37 y es de Azul. Walter llegó a River con Cappa a mediados del 2010. Matías regresó del retiro con Astrada como DT, en agosto del 2009. Uno tiene el pelo corto al ras. El otro, la melena de Rambo. No comparten cuarto ni mesa en las concentraciones. Pero coinciden en el cometido: quitar y abastecer. Interrumpir y ofrecer. El juego de uno necesita del juego del otro. Y viceversa.

López encontró en Almeyda el espejo en el que se miran los más chicos del plantel (entre ellos, el heredero Cirigliano). Y en Acevedo, la movilidad y el trazado que añora de sus años mozos. Y una inteligencia distintiva para traducir los vaivenes de un partido. Por caso, antes de hacer la producción de fotos, los jugadores se demoraron en el vestuario conversando con el entrenador. Primero fue el turno del mano a mano entre el técnico y el Pelado. Después, el del Negro con el Negro. Finalmente, sobre el mediodía, los futbolistas se divirtieron ante el lente de Olé . “Muy cerca no me pongas que es peligroso” chicaneó el más veterano. Almeyda es un prócer. Acevedo, un socio a la medida de las exigencias. Ya tienen algo de López y Merlo: en la cancha, cuando uno toma mate, el otro escupe verde...

Cada vez, entregamos más fútbol y juego


Fuente la Pagina Millonaria


EL CAPITAN, EN ACCION.
Almeyda trota en la práctica de esta mañana en Ezeiza.

Matías Almeyda reiteró que no tienen que subestimar a River y resaltó la actitud de los jugadores a la hora de ingresar al campo. En tanto, aseguró que el plantel entendió el mensaje de Juan José López.

"Siempre lo dije y lo voy a repetir hasta el final: no subestimen a River. Este equipo tiene una entrega especial; cada vez entregamos más fútbol y juego. Vamos por buen camino”, indicó Matías Almeyda, luego de la práctica matutina, en declaraciones a La Red.

El Pelado elogió la calidad de jugadores como Erik Lamela y Diego Buonanotte, a quien ve como determinantes de mitad de cancha para arriba. El capitán también aceptó que todavía no lograron nada: “Nuestro principal objetivo es salir de una vez de la zona de los promedios”.

Además, Almeyda también apuntó como objetivo el hecho de clasificar a la Copa Sudamericana y, como una cosa lleva a la otra, pelear por el título. “El equipo entendió el mensaje que el DT nos trató de inculcar. Hoy, sabemos a qué tiene que entrar a la cancha y qué tenemos que hacer”.

martes, 5 de abril de 2011

Almeyda-Lamela: El viejo caudillo y el futuro crack 01/04/11


Fuente Clarin

El mayor referente del plantel casi duplica en edad al creativo del equipo. Una charla y muchas coincidencias.

Estas son las fotos que vas a usar cuando le ganemos a Boca con un gol mío y otro de Erik?”, le pregunta, risueño, Matías Almeyda al fotógrafo de Clarín . La ocurrencia del Pelado , el caudillo de los 37 años y de la vigencia de los elegidos, despierta una sonrisa en Erik Lamela, el pichón de crack que a los 19 seduce a casi una decena de clubes europeos. La vieja guardia y el futuro resumidos en una producción que los dos aceptan gustosos: a lo largo de la charla dejarán en claro que se admiran mutuamente, una química que nace en lo que opinan ambos entre sí como futbolistas y que se prolonga en lo que piensan sobre el otro a nivel humano.

Matías, ¿qué representa Erik para el equipo? Es el jugador que hace la diferencia, el jugador del paladar de River que te la pisa y te tira un caño. Es un jugador completo porque se tira al piso y es solidario con los compañeros. Estamos enfrente de un jugadorazo, y para el equipo es fundamental que él tenga esas ganas y esa humildad.

¿Y Matías, Erik? Representa algo muy importante porque es un referente, alguien que jugó mucho tiempo en el club y sabe lo que es River. Por eso está acá y es tan importante. Con Matías el equipo nunca queda mal parado. Es una rueda de auxilio para nosotros porque te da confianza para arriesgar. Si la perdés, sabés que él va a estar atrás y que no va a sufrir tanto.

¿Erik te hace acordar a algún jugador de tu generación, Matías? Tiene otras características. Por ahí lo veo con un ritmo similar al de Kaká. Se lo ve parecido, y él puede ser mejor porque defensivamente es más que Kaká. Pero bueno, Kaká ya lo demostró, ya logró cosas, y él está empezando.

¿Qué pensás de lo que acaba de decir Matías? No, no sé (se ruboriza)... La verdad es que no sé. Es lindo que diga eso, pero yo no me la creo y trato de estar con la cabeza bien fría, tratando de mejorar día a día, que es lo más importante.

Matías, ¿qué tipo de consejos le das a Erik? Más que nada trato de que tenga presente la magnitud que tiene el club cuando está bien, que disfrute mucho de lo que hace porque somos tocados por jugar a la pelota y vivir de esto, que disfrute cada momento porque yo empecé a disfrutar recién de grande. Lo bueno es que Erik es inteligente. Escucha, quiere mejorar, pregunta, y eso es bueno. Es parte de la humildad que tiene.

Matías me aconseja siempre. Me dice que tengo que ser vivo, cuidarme, aprovechar este momento, saber que esto es River, que es el club más importante de Argentina. Eso es lo que me hace notar porque él ya lo vivió.

A Erik lo quieren alrededor de diez clubes europeos. Si aparece una oferta concreta, ¿le aconsejarías que se vaya en junio o que se quede un tiempo más? Es difícil aconsejar en ese sentido. Tiene 19 años y lo ideal sería que él y los demás chicos se quedaran tres años más en River porque ellos le pueden dar muchas cosas al club y a la vez pueden disfrutar de River, que es lo más lindo que puede haber. Igual, considero que no son diez los clubes que lo quieren. Lo debe querer toda Europa. Tiene un futuro enorme; lo importante es que siga con los pies sobre la tierra.

Erik, ¿qué te parece que va a ocurrir primero: el retiro de Matías o tu ida a algún club europeo? No sé. La verdad que no quiero que se retire Matías. Es muy importante para nosotros. Son dos cosas que no se saben. Sólo pienso en tratar de mejorar. Si juego bien, los equipos me van a querer. Si bajo el nivel, va a ser difícil que me vaya. Pero lo principal es que el equipo gane y entre todos podamos salir de esta situación.

¿Coincidís con Matías en que lo ideal sería que te fueras dentro de tres años? Eso sería bueno, lo ideal. Quedarme un tiempo más e irme ya siendo otro jugador y después de pasar lindos momentos acá. River te va formando, es muy difícil mantenerse como titular, la prensa repercute mucho. Es un club difícil para jugar, pero también lo más lindo cuando te va bien.

Matías, ¿cuando seas técnico te tocará dirigirlo a Erik alguna vez? Ojalá. Pero ojalá que Juan (José López) esté por un tiempo largo porque es un buen consejero para los jóvenes. Y algún día me gustaría dirigirlo. Gozaría (se ríe).

Erik, ¿cómo te lo imaginás a Matías como técnico? Como es ahora: una buena persona por sobre todas las cosas. Muy sincero, que va a tratar de dar lo mejor como lo hace jugando. A los chicos siempre nos pide que nos quedemos para que algún día juguemos todos juntos.

"La humedad se me vino a los huesos"


Fuente Diario Ole


Almeyda volvió a dejar el cuerpo en la cancha y bromeó con su cansancio, aunque con 37 años no para de correr.

La frase es acorde con su edad, pero cuesta creerlo. “Se ve que con la lluvia se levantó la humedad y fue directo a las piernas. A mí se me vino a los huesos, directamente, ja”, bromeó Matías Almeyda apenas terminó el partido, todavía agitado. A los 37 años, es lógico que el físico del Pelado sufra los partidos, aunque el desgaste que él admite no se refleja en la cancha. Al contrario, en el campo de juego el capitán de River muestra más energía que un pibe de 18 años y corre hasta la última pelota. Encima, hasta le queda resto para hacer un chiste...

El máximo exponente del River luchador de Jota Jota López sacó chapa con la faceta lujosa del equipo. “El gol fue muy lindo, y es una muestra de lo que tenemos que lograr más seguido”, destacó de la gran obra de la tarde, en la que él participó con cuatro toques. De todas maneras, no se entusiasmó ni con eso ni con el triunfo que lo dejó a River a la punta del Clausura. “Creo que tenemos que seguir igual, hasta ahora no conseguimos nada. Como digo siempre, una cosa nos va a llevar a la otra. Si seguimos sumando vamos a salir de la situación incómoda y podremos estar ahí arriba, expectantes”, dijo.

A pesar de repartir flores, Almeyda clavó una espinita por la postura del equipo en el segundo tiempo. “Nos fuimos metiendo atrás porque el rival te manda con pelotazos y tiros libres. Nos supimos defender, aunque somos conscientes de que no es nuestro juego”, marcó, dolorido hasta los huesos pero con una sonrisa