martes, 21 de diciembre de 2010

El cumple de Almeyda

Fuente Diario Ole



Almeyda cumple años y lo festeja como quería: con la camiseta de River puesta por seis meses más. Y ya pidió sus deseos: “Salvarnos cuanto antes y pelear el título”.

La torta tiene cada vez menos espacio para las velitas, aunque a Matías Almeyda le sobra energía para soplarlas. El Pelado cumple hoy 37 años y los festeja con pasión. Con la misma que pone en cada partido con la camiseta de River. Por eso, a pesar de estar cada vez más cerca de las cuatro décadas, sigue esquivando el retiro con dignidad.

-¿Te habías imaginado estar jugando al fútbol a esta edad? -La verdad que no. Después de todas las locuras que me mandé, de dejar, volver, de dejar, nunca me imaginé estar jugando a los 37. Y tampoco que iba a volver y seguir queriendo jugar al fútbol. Yo jamás había disfrutado tanto de ser jugador, de entrenar, de compartir el vestuario con mis compañeros... Hasta disfruto del hincha. Yo regalé tiempo de felicidad. Lo tendría que haber sentido mucho antes a todo esto, pero por suerte al menos lo pude sentir. Y todavía me queda un tiempito.

-¿Por qué tardaste en definir tu continuidad? -El acuerdo con los dirigentes era hasta fin de año. Por eso no dependía sólo de mis ganas.

-Al final fue un simple trámite...

-Sí, porque yo quiero seguir jugando y el club desea lo mismo. Por suerte, el 5 de enero empiezo la pretemporada con el grupo.

-También sigue Jota Jota López. ¿Qué te parece? -A Juan nunca lo sentimos como un entrenador interino. Tiene una gran experiencia en el fútbol, conoce perfectamente a River y sus consejos le sirven mucho al grupo. Vamos a seguir trabajando juntos, como lo hicimos hasta ahora, y ojalá que las cosas nos sigan saliendo bien.

-¿Ser del riñón de River le da un plus a Jota Jota? -Sí, un gran plus. A River hay que conocerlo, hay que caminar por el anillo, te tenés que chocar con la gente, verla, escucharla... Ahí te das cuenta de que River es especial. Por lo menos así lo siento yo, que viví bajo las tribunas del Monumental.

-¿Cómo fue pasar del tiki tiki de Cappa al overol? -Hubo un cambio, porque todos los técnicos trabajan, ven y sienten el fútbol de diferente manera. Angel dejó cosas muy positivas, pero no pudimos conseguir resultados y el fútbol se maneja por eso. Cuando llegó Juan, modificó la táctica, el equipo experimentó un cambio bastante grande, jugó de otra manera y conseguimos los puntos necesarios para terminar el año fuera de la Promoción.

-¿Qué le quedó de Cappa a este River? -Muchos conceptos, como la manera de recibir la pelota y girar el juego... A uno le van quedando cosas de todos los técnicos y creo que Angel es uno de los últimos maestros: enseña a jugar al fútbol, hace docencia, forma jugadores.

-¿Era necesario el cambio de entrenador? -Nosotros jugamos al fútbol, eso dependió exclusivamente de los dirigentes. Si ellos vieron que había que cambiar, por algo habrá sido. Claro que a mí siempre que se va un cuerpo técnico me da tristeza porque no pudieron cumplir por lo menos el tiempo que habían firmado.

-¿Qué te generó que se te haya mencionado para reemplazar a Cappa? -Siempre que se habla de uno, y bien, es lindo. Pero yo primero tengo que terminar mi ciclo como jugador. El día de mañana sueño con ser técnico, pero eso quedará para cuando no juegue más.

-¿No te dieron ganas de sentarte en el banco? -Un poquito, ja. Pero por ahora disfruto mucho de seguir jugando.

-¿Ya tenés tu cuerpo técnico para el futuro? -Sí, ya está casi armado. Con el Beto Acosta, el Mono Burgos y Diego Markic. Igual, quiero estirar mi carrera lo máximo posible. Después sí, en algún momento voy a ser técnico.

-De River.

-Y, el primer sueño es dirigir a River, por supuesto. Igual uno como técnico ya abre otro libro, otra carrera. El jugador tiene que quedar de lado. El mismo cariño del hincha, siendo técnico, se va perdiendo. Uno tiene que ser consciente de eso, pero también soy consciente de que el fútbol me da felicidad y no me veo viviendo sin él.

-¿Estás dispuesto a ser técnico y arriesgar tu idolatría en River? -Toda mi vida ha sido un riesgo. Y moriré así.

-Pelear por zafar del descenso también es un riesgo alto. ¿Pensabas que era tan difícil? -Y, es difícil, porque los clubes grandes no están acostumbrados a pelear por no descender. La gente tampoco. Ni los dirigentes. Son estructuras que están armadas para pelear por campeonatos. Pero yo ya había vivido algo parecido en el Parma, donde armamos un equipo para pelear el título y terminamos salvándonos del descenso en la última fecha. En nuestro caso ya éramos conscientes desde antes de la situación complicada en la que estábamos. Y creo que por ahora venimos luchando bastante bien.

-¿Consiguieron el objetivo que se plantearon en el Apertura? -En parte, sí. Ahora el objetivo sigue siendo salvarse lo más rápido posible de descenso y Promoción y pelear por el título en el torneo que viene.

-¿River puede pelear por el campeonato? -Sí. En el torneo pasado arrancamos para pelearlo y después, con tantos empates, nos quedamos. Pero si hubiésemos sumado los puntos de Quilmes, que se nos fueron en el último minuto; de Gimnasia, que merecimos ganar; y de Godoy Cruz, donde nos anularon un gol al final, habríamos estado cerca. River fue un equipo para pelear el campeonato. No pudimos hacer goles, ésa es la realidad. Sólo nos faltó eso. A nivel defensivo, fuimos de los mejores. Por eso digo que con más goles, hubiéramos peleado el título.

-¿Ganarle a Boca fue como dar una vuelta? -No, son cosas diferentes, pero sí lo disfruté muchísimo al triunfo en el superclásico. Son esas alegrías que da el fútbol, que son pocas. Y lo disfruté con una pasión especial.

-Encima después dijiste que los hinchas de River son la mitad más uno...

-Y sí, ja. Los hinchas de River ya saben que somos la mitad más uno. No es nada raro lo que dije porque ellos lo están demostrando. En los últimos campeonatos, River fue el equipo que más gente llevó a los estadios. Y mucha más gente que los demás, eh.

-Vos tenés hinchada propia. ¿Tus hijas están contentas porque vas a seguir jugando al fútbol? -¡Felices! Yo les avisaba: “Miren que a fin de año se le termina a papá, eh”. Y ellas (Sofía, Azul y Serena) me decían: “Noooo”, ja. Por suerte hay Almeyda por un tiempo más...

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