viernes, 5 de marzo de 2010

Cuando la pasaba mal, River encontró el camino para quedarse con la victoria


Fuente Cancha Llena:




En estos tiempos espinosos, de declaraciones desestabilizadoras por TV -recordar la aparición de Ramón Díaz-, River padece tantas limitaciones que no exhibe ningún pudor en relegar la elegancia futbolística que caracterizó su rica historia para resistir en su campo, con Almeyda como el hombre que mejor entiende el juego y, a partir de allí, literalmente..., hacer lo que puede. Ese concepto identificó al equipo millonario en un clásico verdaderamente chato, con un rival, San Lorenzo, sin pimienta ni fortuna. Porque hay que remarcar que el Ciclón jugaba mejor [cabezazo de Bottinelli en el travesaño y despeje sobre la línea de Nico Sánchez tras un remate de Bordagaray incluidos] cuando el entrerriano Facundo Affranchino, prácticamente un desconocido para los seguidores del equipo de Núñez, anotó el único gol del partido, con un puntinazo derecho, a los 28 minutos de la segunda parte.
Hoy no es frecuente que River gane. Por eso el desahogo de Astrada, el conductor que es observado de reojo por algunos; por eso la explosión de los jugadores, que reciben más críticas que elogios. River no realizó demasiados méritos para triunfar -Furchi no sancionó un penal de Meza sobre Keko Villalva-, es verdad. Incluso, las acciones del primer tiempo adormecieron a la muy buena cantidad de público que pobló el Monumental. Gallardo comenzó preciso en los pases, pero terminó siendo intrascendente. Papu Gómez ingresó en el partido antes de los 20 minutos, por el lesionado Aguirre, pero así y todo San Lorenzo no logró creación. En ese contexto vacío de ideas claras, Almeyda, un león en el medio, aunque a veces se exceda en la pierna fuerte, fue el jugador que intentaba contagiar el ímpetu a sus compañeros. Pero sin resultado.
Ambos entrenadores, Astrada y Simeone, cambiaron algunas piezas desde el inicio de la segunda mitad. En River, Funes Mori sustituyó a Villalva, que lamentablemente parece haber perdido el pique corto y la explosión de otros tiempos; en San Lorenzo, Pipi Romagnoli reemplazó a Leiva, de movimientos rústicos. Y fue en el tramo inicial cuando el conjunto del Bajo Flores mostró pequeñas sociedades productivas. En ese momento, el equipo visitante, con mayoría de futbolistas de buen pie , llegó a dominar a River. Porque además del par de acciones riesgosas ya marcadas, mostró concretos deseos de lograr los tres puntos. Los hinchas locales, al advertir que en el campo de juego sus jugadores no respondían y cada vez se retrasaban más contra la valla defendida por el seguro Vega, comenzaron a presionar..., y hasta a lanzar algunos insultos.
Pero, literalmente, Astrada rejuveneció el equipo, en energías y en años. Porque a los 19 minutos, entró el movedizo Mauro Díaz por Gallardo -al salir del terreno, el Muñeco recibió algunos silbidos-, y un puñado de minutos más tarde, a los 24, Affranchino hizo lo propio por Almeyda, amonestado y extenuado por tanto desgaste físico.
El final fue el menos sospechado. Porque San Lorenzo, cada vez más limitado, es cierto, continuaba con una propuesta ofensiva. Pero todo se alteró cuando a los 28 Ferrari se decidió a avanzar por el sector derecho, en posición de N° 8 tocó para Canales, éste prolongó el circuito con Affranchino, que, de puntín , como en los potreros de los barrios, y antes de que lo cruzara Meza, venció el achique de Migliore. Delirio en el Monumental. Esa era, quizá, la única manera que tenía de ganar, con un tanto que no estaba en los libretos. Con un autor, el joven Affranchino, de 20 años y tan sólo cinco partidos en la primera, como figura.
River necesitaba el triunfo como el agua en el desierto. No conseguía una victoria en su estadio desde la 18a fecha del Apertura pasado [2-0 vs. Racing]. Por eso el desahogo. Astrada se oxigenó en épocas de nubarrones. ¿Qué genera en San Lorenzo este nuevo revés? Desconfianza en los jugadores e incertidumbre sobre el futuro del Cholo Simeone. El equipo ya no tiene nada por pelear.
En un clásico de los más pobres de los últimos tiempos, River no hizo mucho, pero se dio un gusto enorme...
Además de la caída ante River, anoche San Lorenzo padeció otra muy mala noticia: el zaguero Gastón Aguirre, que fue reemplazado por Gómez, sufrió la rotura del tendón de Aquiles de la pierna derecha y, según el médico del plantel, Alberto Rovira, permanecerá entre 4 y 6 meses inactivo. Será operado hoy en el Sanatorio Amta, de Ciudadela.

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