¿Se despide otro grande?

Fuente Diario Ole

Almeyda se sumó al club de Gallardo y Riquelme: "Lo vivo como si fuera mi último clásico".

La ansiedad para que el domingo llegara lo más rápido posible. Las horas de charla y meditación en la concentración. Los nervios de los minutos previos. La exigencia de la entrada en calor. Tanta previa para apenas 11 minutos y una espera de cuatro días para completar todas esas sensaciones para las que se había preparado. Matías Almeyda, como el resto de los protagonistas del superclásico más largo de la historia, transita una semana diferente. Pero en su caso hay un condimento extra: "Lo estoy viviendo como si fuera el último. El otro día lo hablaba con Marcelo (Gallardo), puede ser uno de los últimos clásicos que juguemos en nuestra vida".

Al igual que el Muñeco y también Riquelme, el Pelado se sumó al club de los que imaginan que tal vez no les toque gozar de otro Boca-River desde adentro. Aunque el acuerdo de palabra con Passarella le aseguraba continuidad hasta diciembre, el volante sabe que en los papeles por ahora está todo firmado hasta mitad de año. Por eso, quiere disfrutar al máximo éste superclásico, el quinto oficial de su carrera, con la cancha seca. "Esta clase de partidos siempre es lindo jugarlos bien y el domingo no estaba preparado para hacerlo así", opinó en Basta de Todo.

Esas ganas de vivir este clásico como si fuera el último se notó en la cara de felicidad y en el abrazo que se dio con Gallardo apenas pisaron el césped de la Bombonera y saludaron hacia la tribuna visitante. Después, la lluvia lo dejó con las ganas. "Cuando entramos a la cancha había sectores con agua, pero en diez minutos se inundó y se vio que no se podía jugar. No iba a servir esperar 10 ó 15 minutos porque seguía lloviendo. Estuvo bien suspendido", coincidió Almeyda con la decisión de Baldassi. Mañana, con el cielo despejado, otra vez asomará en territorio enemigo. ¿Por última vez?