viernes, 19 de noviembre de 2010

Nosotros somos la mitad más uno



Fuente Diario Olé




Dos días después del 1-0 a Boca, Almeyda volvió a picantear con la frase emblema de la contra. "Lo de la gente de River es algo impresionante. Con su garra y la nuestra vamos a salir adelante".


Durante muchos años el debate fue consigo mismo. Aquella confesa lucha interna lo llevó al dibujo de un león rendido, a infinitas noches oscuras y largas tardes de diván. Parece mentira que esa persona que ayer no podía encontrar su lugar sea la misma que hoy genera en la gente un deseo de clonación. Alguna vez, no dentro de mucho, Matías Almeyda será DT. Por ahora su figura se asemeja más a la de ET.

A los 36 años, el Pelado representa mucho más que ser el mejor jugador de este River. Su valor y su entrega en la cancha son insustituibles, ya ha quedado bien claro, pero también traspasan el blanco césped. Contagia como ninguno, practica docencia con los más pibes, supo convertirse en referente hasta de los referentes y si para que el plantel se entrene abre las puertas de su complejo es porque él ya se libró de todo tipo de complejos. Almeyda juega como vive y habla como juega, es decir, con piel de hincha o, mejor dicho, con piel de gallina. “Nosotros somos la mitad más uno”, anuncia calmo pero con una sonrisita pícara que entiende, dentro del folclore, el rebote poco agraciado que tendrá esta sentencia del otro lado de la calle. Y mientras masca chicle, infla el pecho en la web oficial del club: “El otro día, en el superclásico, fue impresionante lo de la gente de River. Está a la vista que somos más y, como ya había comentado durante el torneo pasado, los hinchas siguen apoyando y acompañando en un momento especial e inesperado para la historia de esta camiseta. Por eso creo que con su garra y la nuestra vamos a salir adelante”.

No es de ayer nomás la emoción que siente el volante de Azul cada vez que saca sus ojos de la pelota y eleva la vista hacia las tribunas. De hecho, tras la primera fecha del Apertura frente a Tigre, admitió que le dieron ganas de subir unos cuantos escalones y mezclarse entre la fanaticada. Sin embargo, ahora cobra mayor dimensión y hasta claros rasgos de chicana al ser pronunciada solamente 48 horas después del triunfo ante Boca y apelando a una de las máximas más preciadas de la contra.

Pero en River quien no tiene contra es Almeyda. Volvió después de cuatro años de retiro y enseguida despejó cualquier clase de duda, a tal punto que alcanzó una categoría de ídolo que no poseía previo al retorno. Tardó 51 días en recuperarse de una lesión y se sintió dueño del derby incluso antes del pitazo inicial. Contó Carrizo, un líder por naturaleza y alguien que no aparenta necesitar arengas particulares, que lo marcó algo que le comentó su capitán apenas después de que Baldassi tirara la monedita al aire. “En el cambio de arco, Matías me abrazó en la mitad de la cancha y me dijo: ‘Ya ganamos el sorteo, empezamos arriba. Hoy no se nos escapa ni en pedo’. Ese tipo de cosas motivan a cualquiera”, reflejó JP.

El Censo Nacional no revelará qué club cuenta con mayor número de seguidores. Sin embargo, Almeyda se muestra convencido de que River representa a la mitad más uno. Y en caso de que fuera cierto, por Núñez no aparece como un dato menor que ese uno se llame Matías Jesús Almeyda.

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